Cómo cuidar un Ciclamen y cada cuánto se riega
Hoy os traemos una planta resistente al Otoño, el Ciclamen. ¡Hallá vamos!
El Ciclamen (Cyclamen persicum) pertenece a la familia Primulaceae. Tiene su origen en Persia, Oriente Medio y Grecia, aunque también crece en los Alpes de Europa.
Su altura puede alcanzar entre los 30-40 cm.
Es una de las más populares plantas de floración invernal debido a que en esta época hay pocas plantas en flor. Aunque se considera planta anual, pueden durar varios años si se mantiene en las condiciones adecuadas.
Sus pétalos suelen ser más o menos grandes, que se pliegan sobre sí mismos construyendo bellas y singulares flores.
Las variedades modernas presentan una amplia gama de colores florales que va desde el blanco al escarlata, pasando por tonalidades rosadas, púrpura y salmón, y las hojas acorazonadas y provistas de un largo peciolo, muestran manchas plateadas formando diferentes dibujos. Las flores tienden a disminuir de tamaño conforme aumenta la edad de la planta.
Para mantener la floración durante algunos meses deben comprarse con abundantes yemas aún pendientes de abrir.
Permanece en estado durmiente durante la estación cálida y seca, y brota con el descenso de las temperaturas y el comienzo de las lluvias.
El inconveniente que presentan estas plantas es su corta duración en el hogar, que se hace menor cuanto mayor es la temperatura del lugar de emplazamiento.
Cómo lo tenemos que cuidar
Luz:
Hay que evitar que le den los rayos directos de sol y buscarle zonas de sombra o media sombra, sobre todo, si está en un jardín.
Cultivada en interiores, necesita una dosis diaria de luz intensa.
Temperatura:
En interiores, colocar la planta en una habitación fresca, orientada hacia el norte y cerca de una ventana, aunque evitando la radiación solar directa.
En el interior hay que alejarla lo más posible de fuentes de calor (estufas, radiadores, etc…) sin ose pondra “triste”, las hojas se abren y las flores se tumban.
La temperatura óptima varia según autores:
15-20 ºC según Jiménez y Caballero, 1990.
12-13 ºC y tras el transplante debe elevarse momentáneamente a 16-18 ºC según De Larra, 1975.
7-15 ºC según Longman, 1981.
18-20 ºC en verano y de 12-15 ºC desde Octubre hasta la floración y venta según Jiménez y Badía, 1973.
Respecto a la humedad, hay que mantenerla permanentemente en una habitación fresca y húmeda, colocándola sobre un plato de arena mojada.
Siembra:
La época de plantación es a mediados o finales de verano, para que florezca bien en otoño o en la primavera.
Florecerá mejor si está sembrada en un macetero estrecho.
Hay que comprobar el buen drenaje del suelo o la maceta y que la tierra sea liviana, para facilitar la aireación.
Es recomendable un cambio de maceta una vez acabada la floración, cuando las flores y las hojas se mustian y desaparecen. Un cambio de tierra, poníendoles una mezcla de turba y tierra abonada para que quede esponjosa.
Al transplantarla es conveniente aplicar abono de macetas de larga duración mezclado con el substrato
Poda:
Cuando la planta termine de florecer, hay que retirar las hojas tirando de ellas para que el tallo se desprenda del tuberobulbo (para que no quede una porción de tallo expuesta a enfermedades).
Multiplicación:
Por semillas, pero la operación requiere disponer de una buena práctica.
Para la propagación se dividen las “papas” bien desarrolladas, mayores de 5 cm.
También se reporduce por semillas, aunque par aello deben polinizarse artificialmente las flores. Un cepillo de cerdas suaves, pasado con suavidad por las flores de varias plantas cumple esta función.
La semilla da origen a una planta que florece a partir del tercer año para luego decaer, comportándose como planta de una temporada.
La propagación a nivel comercial ser realiza exclusivamente por semillas, procedentes fundamentalmente de casas especializadas, ya que la obtención de dichas semillas presenta dificultades; el poder germinativo disminuye rápidamente a partir de los tres años.
La siembra se lleva a cabo en bandejas multióculos de 3 cm, cubriendo la semilla con algo de sustrato. Dicho sustrato debe tener un pH próximo a 6, siendo conveniente aportar un abono completo con microelementos y, transcurrida aproximadamente 1 semana, se debe fertirrigar, con pequeñas concentraciones de nutrientes.
A los 4-5 meses de la siembra, en estado de 10-12 hojas, se lleva a maceta de 8-9 cm y posterioremente de 12-14 cm, aunque puede realizarse directamente a la maceta final con un buen control del riego y la fertilización y si se emplea un sustrato equilibrado.
¿Cada cuanto lo regamos?
Regar desde abajo (esto es muy, muy importante), no echando el agua directamente en la tierra. El método consiste en poner la maceta sobre un cuenco o tiesto mayor con agua pero sin que el nivel del agua moje el bulbo. El agua penetrará por los agujeros inferiores de drenaje por capilaridad. Mantenerlo 1 minuto y dejar escurrir.
Sobre el abono, se debe añadir cada 15 ó 20 días fertilizante líquido al agua de riego en periodo de crecimiento y floración, cuidando de no excederse con el nitrógeno para evitar un excesivo desarrollo foliar. El potasio es determinante sobre la calidad de la floración.
Esperamos que os sirva de ayuda. ¡Hasta la semana que viene!